CAPACITACION O FORMACION DOCENTE
Una alternativa real y necesaria
¿Por qué a pesar de los nuevos
marcos normativos, estándares, lineamientos no hay cambios evidentes
significativos?, ¿Cómo hacer viable la evolución pedagógica en la mayoría del magisterio?
Estos y otros interrogantes pretendemos abordar en los siguientes párrafos.
Como en la
mayoría de las problemáticas sociales la
mirada requiere considerar múltiples factores. De antemano confieso que tendré
en cuenta solo algunos. Factores que creo reclaman mayor atención, pretenden
aportar a la comprensión de dicha dinámica y plantear algunas alternativas.
En primera
instancia podríamos nombrar algunos
factores estructurales y macros que nos caracterizan. Podría decir que aún
nuestro país carece de una ley estatutaria de educación, a pesar de los avances
de la ley general de educación. Que falta un reconocimiento social de la
educación y la labor docente. Que los programas de educación superior carecen de coherencia en cuanto su modelo
pedagógico en muchos casos es más tradicional en comparación con la educación
recibida en bachillerato en cuanto al menos por ejemplo se habla de otros
procesos y logros como el cognitivo, procedimental y actitudinal, por ejemplo. El bajo presupuesto nacional dedicado a la
educación y lo social en general. En fín, la lista puede ser y es mucho más larga pero podríamos decir que
corresponden a una esfera externa y macro; además que supera los alcances de
este documento, lo que no implica que no merezca análisis y sobre todo acciones concretas y coherentes.
Por ahora me
concentraré en un conjunto de factores que podemos llamar internos y cotidianos
y que además creo que están en nuestras manos y no podemos aplazar.
Comenzaré por
plantear que es fundamental hacer de la pregunta por lo pedagógico un ejercicio
continuo, frecuente, sistematizado y contrastado con la cotidianidad como
responsabilidad estratégica del quehacer docente dentro de una cultura de
circulación del conocimiento. Pero se ha de superar la dinámica de una jornada
pedagógica puntual, desarticulada y lejana de las inquietudes y
necesidades de los mismos maestros y
maestras.
Esto quiere
decir que la formación docente debe superar la capacitación conceptual y
trascender hacia la comprensión lejana de los juicios y culpas; y desde la valoración y reconocimiento de las
diversas experiencias y diversos procesos individuales de capacitación y
formación diplomados, especializaciones y maestrías y doctorados que han
asumido los y las docentes.
Quiero compartirles
una experiencia: hemos logrado proponer a las directivas de mi sede (primaria) y
docentes abrir un espacio quincenal para formación docente por docentes. Hemos querido que en lo metodológico, apropiar
elementos y momentos del aprendizaje significativo desde la vivencia de
talleres diseñados para docentes en donde se comparten y circulan saberes sobre
nuestro enfoque pedagógico aplicado de manera piloto, en el área de educación
artística. Simultáneamente se ha querido cubrir como contenidos dos campos:
conceptos fundamentales tanto del modelo pedagógico como del área de educación
artística.
En una segunda
etapa pretendemos implementar un espacio para organizar un grupo de danzas de
docentes, donde apliquemos en nosotros mismos los principios, metodologías y
procesos de planeación de nuestro enfoque pedagógico. Creemos que muchos
docentes no hacen cambios en sus prácticas por que no tiene los conceptos, no
tiene referentes prácticos concretos
donde los contrasten y lo hagan de manera lúdica y el disfrute.
Poder dar
cuenta y darse cuenta de la propia experiencia pero lejana del juicio cargado
de culpa, menosprecio o sobredimencionado, es el reto que subyace este proceso.
Como lo plantea Miguel De Zubiria Samper en el libro Enfoques pedagógicos y
didácticas contemporáneas, respondiendo un conjunto de preguntas poder
caracterizar con mayor precisión nuestras prácticas pedagógicas y los conceptos
que las sustentan, como parte del reconocimiento, valoración e innovación para
hacerla objeto de nuestra reflexión- sistematización para aportar a la
discusión y apuestas en lo pedagógico, nuestro campo de conocimiento.
En una segunda
experiencia se ha planteado como reto la participación política en la
localidad, en el marco de los encuentros ciudadanos. Esto como un ejercicio de
ciudadanía coherente con el discurso democrático. Pero también como una
alternativa relativamente viable para gestionar recursos y visibilizar nuestra
situación, ya no solo como institución sino como sector educativo en la
localidad.
Se logró
contar con la participación de madres, estudiantes y algunos docentes, que
dispusieron de su tiempo personal y familiar para asistir una mañana en sábado
y participar en el encuentro ciudadano la
temática: educación. Aunque
varios ya habían participado en este tipo de espacios políticos, para otros fue
novedoso. Conocimos la dinámica, ayudamos a “poner en el mapa” a nuestro
colegio, sus necesidades y propuestas. El reto está en continuar siguiéndole la
pista a este proceso en sus siguientes momentos en los procesos de planeación
local y la formulación del plan de desarrollo local.
Creo que es
posible poner sobre la mesa la discusión pedagógica y el reconocimiento y
proyección de nuestras experiencias cotidianas. Pero se requiere un cambio
interno en la manera de reconocernos como docentes, lo cual es posible. Pero
requiere pensarse lo metodológico para que sea coherente y los docentes
aprendamos vivenciando el modelo mismo en dicha formación, y por esto mismo
requiere un apoyo personalizado a cada docente reconociendo que cada quien está
en un momento distinto de cómo se ve como sujeto pedagógico, el cual merece
todo el respeto y desde allí reconocer su valor.
Esta
iniciativa se debe y se puede plantear al más alto nivel en la institución
educativa, pero no puede esperar a que le den “luz verde” para comenzar, ha de
ser una iniciativa desde las y los docentes mismos, no de todos, pero si de
todos los y las interesadas en innovar en educación pese a todas las
dificultades.
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